19/08/2011 23:56 horas
Un dije el primero, cantó su condición desde que salió, corretón y huidizo, no hubo manera de sujetarlo. El personal se cabreó porque apenas le rompieron la piel, nada más que sintió la vara, salió rebotado del peto. Mas se rebotó aun cuando al segundo muletazo de Puerto salio con una pata lastimada. Miradas al palco por parte de Puerto, ¿quería que lo devolviesen? Un certero puntillazo de Tito acabo con un arranque de corrida con los ánimos encendidos.
Con poca plaza el segundo acudió presto a los cites desde que salió. Toro alegre y repetidor y con un punto de temperamento. En los medios José Tomas le dio aire. Tres series con la mano derecha de mano baja y comenzando a calentar motores, dos por naturales muy intensas, reunidas y por abajo y un final con ayudados rodilla en tierra vibrantes y que terminaron elevando el tono de la faena. Faena medida que valió una oreja para abrir boca.
De preciosas hechuras el castaño tercero, mansito y noble, apuntó que no iba a tener mucha duración. Jiménez aposto por hacerle las cosas al toro de manera directa y profunda. Por abajo y exigiéndole, el cenit fue una serie de naturales totalmente encajado, con la cintura rota y trayéndose el viaje hasta detrás de la cadera. Roto el torero. Estoconazo en los medios, oreja y negativa del presidente a darle la segunda.
Más montado y también más descarado de cuerna el cuarto, otro castaño y que también canto su falta de fijeza en los primeros tercios. Se dejó mucho en los primeros compases, repitiendo con buen tranco y clase. Pero enseguida fue al refugio de tablas y la faena de Puerto termino diluyéndose. Hizo el esfuerzo pese a su merma física pero el presidente no quiso darle la oreja. Como si no jugara en su propia casa.
Llamo la atención la capa jabonera del quinto, al que José Tomás dio recibo en lances rodilla en tierra. Toro también huido en la capa y que se paró enseguida faltándole gas en la muleta. Nada pudo hacer José Tomás salvo darse un sincero arrimón con el público ya algo mosca porque la tarde se despeñaba con halo de decepción.
Pero todavía quedaba en ultimo turno Jiménez para, de nuevo descalzado y en los medios, sacarle el máximo partido a un toro sin especial clase pero que me movió lo suficiente para conseguir esa oreja que era la llave de la puerta grande.
Con lleno de no hay billetes se lidiaron cinco toros de Torreherberos y uno, quinto de Torrehandilla. Bien presentados, de bonitas hechuras y de juego desigual. Mejores segundo, tercero y sexto.
Víctor Puerto. Silencio y ovación con saludos. José Tomás, oreja y ovación con saludos. César Jiménez, oreja y oreja.
FUENTE: http://www.elmundo.es/
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