jueves, 4 de agosto de 2011

La puerta grande resiste el envite del efecto José Tomás

HUELVA.- JT logra una oreja, al igual que Daniel Luque


Carlos J. Trejo / Huelva
Las horas previas al comienzo del festejo eran un hervidero en los alrededores del coso de La Merced. Era la segunda comparecencia de José Tomás tras su reaparición el pasado 23-J en Valencia. En esta ocasión la reventa a duras penas lograba deshacerse de las entradas acaparadas, aún así el llenazo fue histórico.
Pero histórica no fue la tarde, en parte por la mala presentación de la corrida de El Pilar. Un encierro muy terciado, desigual y con algún ejemplar indecoroso de una plaza como la de Huelva. Una corrida justa de raza y de fuerza en la que hubo algún ejemplar de destacada nobleza.
Esta vez la pasión que se vive cada tarde en la que actúa el diestro de Galapagar no llegó a desbordarse a los pies de la ría onubense. Con todo, José Tomás tuvo una actuación meritoria, aunque si pretende convertir en acontecimientos las contadas actuaciones anunciadas debería procurar cuidar mejor la presencia del ganado con que se anuncia.
La faena de José Tomás al primero de su lote hubiera tenido otra trascendencia de haberla realizado a un ejemplar con mayor trapío. No quiere decir que Mirabajo, no tuviese riesgo, pero la presencia hubiera aportado mayor emoción al trasteo. Lo recibió Tomás con suaves verónicas rematadas con media y revolera cadenciosa. Quitó por chicuelinas con el compás abierto, muy ajustadas que le hicieron perder el capote para una vez repuesto del susto volver a firmar otra chicuelita antes de rematar con airosa revolera.
Tras brindar al respetable, inició el trasteo por alto andándole al toro para llevárselo hasta los medios. Firmó una primera serie por la derecha, tomando contacto con el toro y empujándolo hacia delante para que rompiera. En una nueva serie surgieron los derechazos lentos, largos y pronfundos. Pero fue con la zurda cuando nos encontramos al mejor JT de otras épocas. Cinco naturales, en la misma boca de riego, que brotaron de esa fuente cuyo caudal estuvo interrumpido durante más de 15 meses.
El éxtasis llegó cuando tras un derechazo se cambio de mano sin rectificar posición para ligar un natural sublime al que siguieron nuevos carteles de toros. Al finalizar una serie por la diestra, tras un cambio de manos muy a la mejicana, llegó el revolcón al intentar el pase de pecho. Una cogida aparatosa, con el toro encelado en tirar cornadas a JT mientras yacía en el suelo.
Una vez repuesto, ya con el toro en el tercio, firmó trincheras de bella factura antes de dejar una estocada tendida que fue suficiente para que el astado doblase. Se le pidieron con fuerza las orejas pero el presidente, con buen criterio, concedió una.
En el 5º José Tomás se las entendió con un ejemplar de El Pilar estrecho de sienes al que recibió a pies juntos, con mimo y cadencia, abrochando con tres medias de gran ajuste. Inició la faena andándole por alto mientras Niñote mantenía una embestida un tanto descompuesta. Generoso el madrileño con las distancias, el de El Pilar nunca quiso humillar, quedándose corto por el pitón izquierdo.
Cuando la noche caía sobre el cerro de El Cabezo nadie presagiaba que JT iba a dar la vuelta a la tortilla. Cambió el sino de la faena en el momento en que, por la diestra, el torero decidió atacar y dejó la muleta en la cara para extraer dos tandas de derechazos muy vibrantes. Fue el momento álgido de la faena, que caló en el ambiente. Con el toro todavía muy vivo, cambió la espada y lo citó de largo y en los medios en unas manoletinas de compás abierto, muy ceñidas que instalaron el clamor en el tendido. Mató de pinchazo hondo y un descabello. Se le pidió la oreja con fuerza y el presidente no atendió la demanda. Se le resistía de nuevo la puerta grande.
Empató a trofeos Daniel Luque, que cortó la oreja de 3º. Un ejemplar suelto de salida que no permitió el lucimiento del diestro de Gerena. Quitó por desiguales chicuelinas e inició la faena de muleta por alto y a pies juntos, rematando con trincheras de sabor. El toro, aunque con clase, manifestó pronto su falta de fuerzas y Luque le echó gusto en todo su quehacer. Logró exprimir una serie en redondo que sobresalió en el conjunto del trasteo y acortó distancias para actuar al natural, ya con el toro tocando fondo. Mató de estocada trasera, por lo que tardó el doblar el de El Pilar, circunstancia que no le impidió para pasear la oreja.
El sexto fue un toro protestado de salida por su escasa fortaleza y tras una pésima lidia Daniel Luque lo intentó sin éxito. El de El Pilar embestía de forma descompuesta, parecía acusar algún tipo de lesión. El de Gerena sólo pudo dejar algunos detalles en un trasteo desigual.
Abrió plaza Emilio Silvera, que recibió el cariño de sus paisanos tras el minuto de silencio que se guardó en memoria de su padre, recientemente fallecido. El diestro onubense celebraba el 25 aniversario de su alternativa. Sorteó un primer ejemplar burraco de fuerzas medidas al que saludó con buenas verónicas rematadas con media a pies juntos. Brindó al público en la tarde de su despedida de los ruedos y el astado acusó su falta de fuerza en los primeros compases de la lidia de muleta. Desarrolló nobleza el de El Pilar y sobresalieron algunos derechazos y naturales del onubense en medio de un trasteo que prolongó en exceso.
La anécdota de la tarde llegó en el 4º de la tarde y la protagonizó Manolo Roca, tercero de la cuadrilla de Silvera. Al llegar el turno para clavar su par y tras un brindis al cielo, citó en los medios y firmó un par al quiebro que puso a la plaza en pie. Un público que lo obligó a saludar tras la finalización del tercio de banderillas, en medio de la perplejidad de no pocos profesionales. Silvera comenzó sin probaturas por la derecha. Bellito derrochó nobleza y Silvera buena voluntad, en un trasteo sin alma. Mató de media estocada y recibió una cariñosa ovación del público.
Decía el escritor francés Gilbert Cesbron que "cada uno de nosotros posee una música de acompañamiento interior. Y si los otros la oyen también, a eso se le llama tener personalidad". Está claro que José Tomás es un torero de gran personalidad. Su toreo posee una música de acompañamiento interior especial, pero esa música, de la que hablaba Cesbron, sin ‘toro' no llega a los oídos de los otros, o si llega, no es en toda su intensidad.

Ficha del festejo
Plaza de Huelva. Primera de feria. No hay billetes. Toros de El Pilar, de escasa presencia y justas fuerzas. El sexto debió ser devuelto por inválido al sufrir alguna lesión. Corrida de buena nota en conjunto de fondo, el mejor fue el primero, buenos también segundo y tercero. Se guardó un minuto de silencio tras el paseíllo en memoria del padre de Emilio Silvera, fallecido recientemente.
Emilio Silvera (nazareno y oro):  Ovación tras aviso y ovación.
José Tomás (verde pistacho): Oreja con petición de otra y fuerte ovación tras petición y aviso.
Daniel Luque (grana y oro): Oreja y palmas de despedida.

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