martes, 6 de septiembre de 2011

José Tomás apura la temporada en Valladolid en busca de un triunfo redondo

06-09-2011 / 11:30 h
Ni la exquisita perfección de Manzanares, ni la pasmosa regularidad triunfal de El Juli, ni tampoco el éxtasis bilbaíno de Morante de la Puebla han logrado eclipsar esta temporada el protagonismo de un José Tomás que en sus seis actuaciones, hasta la fecha, ha salido de la plaza por su propio pie: ni en hombros de las asistencias ni tampoco de los aficionados.
Una oreja en cada una de las plazas donde se ha anunciado, en todas las cuales ha agotado el papel a pesar de la crisis, es el balance del diestro madrileño que, pasado mañana en Valladolid se anuncia en la despedida de Manolo Sánchez en su ciudad natal y con la duda de Leandro, lesionado en una de sus manos.
Un encierro de El Torreón, ahora en manos del colombiano César Rincón, medirá el grado de presión que acusa José Tomás en su afán por abrir una puerta grande en la temporada de su regreso a los ruedos después de la gravísima cornada de Aguascalientes (México), el 24 de abril de 2010.
Nimes (Francia), el 18 de septiembre, y Barcelona, justo una semana después, son los últimos cartuchos que de momento tiene el genio de Galapagar, cuya presencia en un cartel es sinónimo de acontecimiento con ferias reactivadas y llenos hasta la bandera no sólo en los cosos, sino en hoteles y restaurantes.
En el caso de Valladolid, después de Barcelona y Madrid (Las Ventas) la plaza donde más veces ha actuado, puso el cartel de 'No hay billetes' tres horas después de ponerse a la venta, casi diez días antes del festejo.
La primera vez que hizo el paseíllo en esa capital castellana fue el 18 de septiembre de 1996, con César Rincón como cabeza de cartel y que pasado mañana asistirá al festejo como ganadero titular, mientras que la última vez que partió plaza en el albero vallisoletano fue en 2008 con Manolo Sánchez como director de lidia, con quien también se reencontrará pasado mañana en la puerta de cuadrillas.
Cinco salidas a hombros en el coso del Paseo de Zorrilla ha sumado José Tomás, que este 2011 cumple dos décadas desde su debut de luces en la Feria de Valdemorillo (Madrid), ante un eral que toreó con primor pero ante el cual se le hizo de noche con la espada.
Amparado por su abuelo, Celestino Román, era entonces un adolescente de escasa estatura que pisó la mayoría de las plazas de la Sierra del Guadarrama en festejos de promoción junto a su amigo Alberto Elvira, en principio el que mejores sensaciones dejaba, debido a su espigada silueta, que le permitía una mejor desenvoltura ante la pujanza de las reses sin sangrar.
Veinte años después, con las luces y sombras de faenas insólitas y triunfos memorables, pero también de retiradas prolongadas e inexplicables y de toros vivos, José Tomás es el torero más demandado y que más interesa dentro y fuera del redondel.
Tan sólo nueve festejos contratados han acaparado el interés de públicos, aficionados y empresarios, por encima del generoso esfuerzo de una interesante nómina de toreros emergentes o recuperados como son Leandro, César Jiménez, Daniel Luque, Alejandro Talavante, Miguel Ángel Perera, Serafín Marín, Juan Mora, David Mora o Iván Fandiño. EFE 1010522

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